Artículo #20 de la serie:
GUSTAVO MIRABAL EN VENEZUELA
El estado Aragua, tierra versátil y equina
Recorrer el estado Aragua es recorrer una tierra de gran versatilidad, pues nos encontramos en este estado lugares de montaña, hermosas playas en sus costas y una variedad espectacular en su fauna y en su flora.
Así mismo encontramos en Aragua, maravillosos valles y extensos llanos. Esto sin hablar de sus ciudades y su rica cultura en la que las tradiciones populares tienen profunda raigambre.
En todos estos espacios, la presencia de los caballos tiene una importancia singular. Esto lo veremos progresivamente en nuestros relatos de viaje.
Hoy nos dedicaremos a contar algunas de nuestras experiencias del viaje que realizamos al Municipio Zamora del estado Aragua. Este viaje lo hicimos con dos de nuestros nietos, cuya curiosidad y creatividad no tienen límites. Katy escribió algunas cosas en su diario y Carlos, se dedicó a escribir notas sobre lo que íbamos descubriendo.
Paseando por la ciudad de Villa de Cura
Paseando por la ciudad de Villa de Cura, nos detuvimos en varios lugares. Primero visitamos la casa de Rafael Bolívar Coronado, autor de la letra del “alma llanera”; La Iglesia Matriz, uno de los más hermosos y amplios templos del estado Aragua, declarado monumento histórico en 1960.
Después visitamos la Casa del Santo Sepulcro, importante edificación construida a fines del Siglo XII, sede de la presidencia de Guzmán Blanco en 1881; guarda en su seno una imagen muy antigua del Santo Sepulcro.
En la laguna de Taiguaiguay.
Luego, vivimos una experiencia extraordinaria, cuando nos detuvimos a contemplar la Laguna de Taiguaiguay.
-Abuelo, esta laguna me recuerda los cuentos de hadas, las historias de aparecidos. Me parece que en cualquier momento puede saltar un duende de esas aguas.
-Katy ¡qué imaginación la tuya! Tienes suficiente para escribir un cuento. Esta laguna es muy bella de verdad y también ha sido inspiración de poetas y de músicos. Tú podrías escribir algo sobre ella.
-¡Claro! Seguro que le contarás a tu diario lo de esta puesta de sol que estamos viendo en este momento -comentó Carlos su hermano mayor, quien tampoco abandonaba su cuaderno de notas.
Atardecer en la laguna de Taiguaiguay
Magdaleno, tierra de caballos y de artesanos
Y continuamos los tres, acompañados de nuestra inspiración, recorriendo diferentes lugares hasta llegar a Magdaleno, un sitio que se ha hecho famoso por el trabajo artesanal que realizan muchos de sus pobladores. Nos detuvimos para ver muchas cosas: muebles de madera y de hierro forjado, vajillas de cerámica, móviles, juguetes de madera.
Aquí en este pueblo es tradicional la experiencia del coleo y por otra parte, la crianza de caballos.
Una tienda para los expertos en caballos y en equitación
Nos llamó la atención entre todas las tiendas que visitamos, una que tenía sillas de montar de lo más variadas y tenían otros implementos para los expertos en equitación.
Nos dimos cuenta que en Villa de Cura y en Magdaleno existen agropecuarias y muchas talabarterías con verdaderas obras de arte en temas y experiencias de los aperos de caballos. Tienen hasta una escuela de equitación en el Estado Aragua.
Y nos inspiraron unos versos para un caballito…
-Abuelo, parece que te pusiste triste viendo estas cosas. Te veo como con los ojos aguaditos ¿qué te pasa?
– No Katy, lo que me pasa es que recordé unos versos, que yo le hice a un caballito de madera cuando era un niño como tú y como Carlos. Todas estas cosas me los hicieron recordar. Se los voy a decir. Yo lo llamé Caballito Triqui Trín Triqui Tran. Vamos a ver si me acuerdo:
Caballito Triqui Trín Triqui Tran
Caballito Triqui Trín Triqui Tran
Me enamora tu galope de sonoro repicar
Por la tierra, por el aire y por el mar
Te pones muy triste y lloroso
Caballito Triqui Trín Triqui Tran
Y protestas cuando tus amigos se van
Te hago tantas preguntas
Caballito Triqui Trín Triqui Tran
Y tú nunca me respondes,
Mejor no te pregunto más…
-¡Ay abuelo, eso te quedó demasiado bonito! Con una rima cantarina, Triqui Trín /Triqui Tran… Así como la canción de Los maderos de San Juan. — ¿Verdad Carlos que le quedaron bellos esos versos al abuelo?
Con el amor a flor de piel
Pero Carlos no respondió con palabras. Se me acercó. Me dio un abrazo muy, muy fuerte y me besó en la frente. Y en medio de toda esta emoción, culminamos el paseo por el municipio Zamora, con ganas de volver muy pronto.
El diario de Katy
En el silencio de la habitación, por la noche, Katy encendió la luz de la mesita de noche y escribió unas líneas en su diario:
“Hola mi querido Diario, hace días que no te escribo, no pienses que te abandoné, lo que sucede es que a veces, después de los paseos, llegamos un poco cansados y me duermo rapidito; pero quiero decirte que estoy muy feliz. Todo me parece tan bonito. Hoy vistamos Villa de Cura y Magdaleno y la Laguna de Taiguaiguay. Me gustó la laguna y creo que allí viven unos duendes. Además de conocer a muchos artesanos, descubrí que mi abuelo es poeta y eso me parece lindo. Chao Diario. No puedo seguir escribiendo porque voy a despertar a mi abuelito y a Carlos. Te doy un besito. Hasta pronto.”
Los guías turísticos nos contaron que Villa de Cura…
Villa de Cura ha sido cuna de escritores y de personajes importantes de la historia política del país.
Villa de Cura está ubicada en un valle que antiguamente se llamaba Valle de Cura. Su constitución está vinculada con la existencia de tierras de labranza y con la presencia de los ríos Cura, Tucutunemo y Las Minas. Esto permitió el asentamiento humano en esta zona.
Y también nos dijeron que…
Este municipio debe su nombre a Ezequiel Zamora, militar y político venezolano que se estableció en Villa de Cura donde abrió una tienda de víveres y extendió su negocio hacia las áreas de la ganadería y la agricultura.
La lucha por el poder dividió al grupo político del país. Zamora lideró el partido naciente. La crisis política se agudizó a partir de 1843, por lo que los alzamientos espontáneos de los campesinos llevarían a Zamora a asumir el liderazgo.
Nos contaron también que en los límites con el estado Guárico, se ubica un monumento conocido como “Sitio de La Puerta”. Se construyó en 1924, por orden de Juan Vicente Gómez. Este monumento es un arco pétreo que recuerda a las puertas de la ciudad mesopotámica de Persépolis.
Además nos contaron que existen dos hermosas tradiciones que enorgullecen a los pobladores de Villa de Cura: la talabartería, que es el arte de trabajar el cuero, y la alpargatería, la industria más reconocida en el poblado.
Referencias bibliográficas:
https://www.gustavomirabal.es/gustavo-mirabal/el-verdadero-gustavo-mirabal-castro/
https://www.gustavomirabal.es/uncategorized/gustavo-mirabal-en-el-mundo-ecuestre/
https://www.gustavomirabal.es/equitacion/el-hipismo-en-venezuela-tiene-nombres/
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