Artículo #3 de la serie:
GUSTAVO MIRABAL EN VENEZUELA
Sobre lo que nos dijeron en un primer encuentro
En esta oportunidad, presentaremos otro relato de nuestros viajes por Venezuela y hablaremos del parque de las golondrinas y del misterio del ánima que anda a caballo.
Después de transitar por otra carretera plena de hermosos paisajes en el estado Trujillo, nos detuvimos en Escuque, cuyos orígenes se remontan a un pueblo aborigen, llamado “Skukey”, que en dialecto cuica, significa “lugar de muchas plumas o tierra de nubes”.
Nos enteramos de cosas muy interesantes y en nuestra búsqueda de historias y leyendas, nos encontramos con cuentos sobre un parque muy famoso que se convierte en la habitación donde habitan las golondrinas y sobre las apariciones de un difunto que pena por todo el pueblo y que va montado en un caballo.
Las Cuevas del Golondrino y un agradable baño bajo las cascadas
Al llegar de lo que nos enteramos en primer lugar, fue sobre la existencia de las Cuevas del Golondrino, donde se estableció el Parque El Golondrino, un hermoso lugar, de amplios espacios verdes, hermosas rocas y cascadas, situadas al pie del Cerro Guarapao.
Es un paraje donde el río Colorao, produce entre inmensas piedras, hermosas caídas de agua. Algunos pobladores comentan que la cascada más alta, tiene 25 metros de altura. Nuestros hijos, ya convertidos en viajeros por excelencia disfrutaron enormemente del baño en el río.
– ¡Qué bueno mis hijos! Qué bueno que están disfrutando del paseo y valorando la naturaleza. La verdad es que este paisaje es hermoso y eso que ustedes no se han detenido a ver las golondrinas.
Pero nada es perfecto en estos mundos de Dios.
– Sí, pero no todo es perfecto. ¡Qué lástima! Detrás de esas rocas, la gente arroja basura, bolsas plásticas con desperdicios y otras cosas… comentaron los muchachos
– Lamentablemente, esto ya lo habíamos visto en otros lugares del país. Deberíamos hacer algo para promover el cuidado de nuestros parques, de nuestros espacios naturales. Nuestra verdadera casa es la tierra, nuestro planeta, no es solamente la habitación donde dormimos todos los días.
Una iniciativa para cuidar nuestra casa grande: la tierra
– Tenemos que cuidar el espacio de todos los seres vivos que habitamos el planeta tierra: el espacio de las personas, de los animales, de las plantas….
– Cierto, respondieron los muchachos deberíamos hacer algo al respecto.
– Pero mientras tanto hagamos ese algo… dijo María la más voluntariosa del grupo, buscando algo en su pequeño bolso.
– ¿Qué vas a hacer María? ¿Qué estás inventando ahora?, preguntamos con mucha curiosidad.
– Ya van a ver… Acompáñenme, respondió María, organizando varias bolsitas plásticas que había encontrado en su maletín viajero.
¡A cuidar nuestra casa grande!
Los muchachos se dirigieron a un grupo de personas que estaban llegando al parque en ese momento y saludándolos muy cordialmente, les entregaron unas bolsas para que depositaran la basura y además María les dijo:
– Después que llenen las bolsas, pueden depositarlas en los recipientes de basura que están colocados en diferentes lugares del parque. Así cuidaremos nuestra casa, nuestro planeta tierra.
– Gracias mi niña. ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes?, le preguntó una de las señoras, sorprendida por la actitud de María.
– Me llamo María. Tengo nueve años y me preocupo por mi casa, el planeta tierra.
La iniciativa debe partir de nosotros mismos
Hicieron buenas migas y continuaron hablando con los niños y personas mayores que estaban reunidos en el parque y en grupo reflexionaron sobre la importancia de cuidar los parques.
Hablaron sobre la necesidad de no botar basura en la cascada y de conservar puro el aire que respiramos y también sobre la belleza de los paisajes de Escuque.
¿Por qué el nombre del parque?
Ya se acercaban las seis de la tarde, cuando uno de los jóvenes que visitaba el parque, nos preguntó:
– ¿Saben ustedes por qué este lugar se llama Parque El Golondrino?
– No, no sabemos.
– Cuéntanos por favor.
– Cuentan algunos pobladores, que las cuevas del parque son el dormitorio de las golondrinas, unas aves de plumaje negro y pechera blanca. Estas aves salen a primeras horas de la mañana y regresan en horas vespertinas.
Pues a dormir se ha dicho…
En ese momento, todos se detuvieron a escuchar el canto de las aves que se acercaban y empezaron a posarse en los árboles y en las rocas. Había llegado la hora de dormir.
Nuestra abuela como siempre, con un poema en los labios
– ¿Saben muchachos?, dijo la abuela María Isabel, – Me acabo de acordar de unos versitos del poeta español Gustavo Adolfo Bécquer. Vamos a ver si los recuerdo bien…
“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón, sus nidos a colgar,
Pero aquellas que n os vieron…Esas,
Esas nunca volverán”
Seguimos conociendo…
Nos retiramos al pueblo para descansar. Al día siguiente hicimos el recorrido por sus calles, conocimos su antigua iglesia, visitamos el ateneo; conocimos a su cronista, el señor Francisco Crespo quien nos habló de la historia de Escuque, de sus personajes, de sus costumbres y tradiciones.
Y entonces nos contaron que…
Según los indígenas, la cascada del parque El Golondrino, era la cabellera de la Diosa Icaque, diosa de los “escuqueyes”, tribu asentada en los andes venezolanos, específicamente en el Valle de Escuque. Esta diosa cuida de la fertilidad, de la naturaleza.
Nos contaron que Escuque es tierra de poetas, artesanos, pintores, escultores, cuna que vio nacer a Salvador Valero, Eloísa Torres, Antonio José Fernández (El Hombre del Anillo), a Ramón Palomares.
La historia del ánima en pena que recorre el pueblo a caballo
Ahhha! No podemos olvidar que también nos contaron la historia de un espíritu que vaga por el pueblo de Escuque porque murió sin cumplir una promesa. Dicen los más viejos del pueblo que un señor le había hecho una promesa a la Virgen del Rosario de Durpi y que pese a que le fue concedido el favor, el señor no cumplió la promesa.
Cuentan que el ánima en pena aparece en distintos lugares del pueblo y que pide que lo desentierren, lo monten en un caballo y lo lleven a cumplir su promesa a la virgen.
Que no se les ocurra mirar para atrás
Dicen también que quienes ayuden al ánima en pena tienen que ser muy rigurosos y que tienen que atar el caballo con una cuerda resistente. Deben ir mirando siempre hacia adelante y no deben voltear. Si lo hicieran, el caballo podría salir corriendo y desbocarse. Tienen que cumplir su misión antes de que cante el primer gallo en la madrugada.
Aunque lo crean o no lo crean…
Cuentan que esto se repite, que en unas oportunidades aparece el espanto solo y otras veces aparece con un poco de gente que trajina con el caballo y el espanto a cuestas y otras veces aparece el caballo sólo con el muerto sobre su lomo.
En fin, con misterio y con caballo
El asunto es que el ánima en pena que deambula por las calles de Escuque, sobre todo en las noches de mucho frío y cuando la neblina cubre por completo el lugar.
Todo el pueblo se convierte en un espacio lleno de misterio en el que galopa un caballo con un muerto sobre su lomo, con la pena de no haber cumplido una promesa.
También nos contaron que…
En Escuque nació Barbarita de La Torre, la heroína más conocida del estado Trujillo. Fue una guerrera de la época independentista, cayó prisionera y cuando la iban a fusilar, su padre, quien también formó parte de las filas de luchadores que defendieron la patria venezolana, pidió que lo fusilaran a él y ella continuó luchando por la independencia.
La tradición más conocida es la de la celebración del Santo Niño de Escuque, tiene lugar el día 14 de Enero; su música, como la de la mayor parte de la región se caracteriza por el uso de cuerdas.
Referencias Bibliográficas
https://www.gustavomirabal.es/equitacion/el-hipismo-en-venezuela-tiene-nombres/
http://gustavomirabalcastro.online/gustavo-mirabal/venezolano-gustavo/
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https://books.google.co.ve/books?id=_cN4p_XlNj4C&pg=PA69&lpg=PA69&dq=EL+DIABLOSUELTO+Y+EL+CABALLO+EN+