El caballo en el arte literario

El caballo en el arte literario

Fuerza, ímpetu, elegancia, aventura y fidelidad son las características más importantes del caballo en el arte literario.

La escritura es una de las maneras de expresión del ser humano con mayor relevancia en el mundo.

Aunque hay que reconocer que la pintura a través de petroglifos proyectaban la presencia del caballo en la vida cotidiana durante tiempos del paleolítico.

Cada género literario tiene su caracterización e intención comunicativa.

Es relevante destacar, que en cada cultura el caballo tiene su propio significado, valor y es parte fundamental de la historia.

En tanto el caballo en el arte literario ha sido sinónimo de compañía, lucha, conquista, nobleza y rebeldía.

A través de él, los conquistadores, emperadores y guerreros han cruzado largas trayectorias para dominar nuevas tierras.

Cada travesía cuenta una nueva historia de lucha, energía y dinamismo.

Acosta aborda la relación del caballo y la literatura en la Universidad de Alcalá de Henares

Los caballos y su simbología

En el Olimpo conservando la esencia de la mitología griega, aún se recuerdan los corceles que acompañan a los Dioses.

Atenea andaba acompañada de su hermoso caballo Pegaso.

Igualmente en la cultura cristiana, el caballo es referencia para representar la victoria y las luchas propias del momento.

En la historia el caballo es un animal cuyos significados varían de acuerdo al contexto para representar elegancia, fuerza, poder, belleza y elegancia.

Así mismo, el caballo aparece en los poemas del Mío Cid.

En cada escena de una aventura entre guerreros o luchadores, el caballo es compañía, sumisión y símbolo de libertad.

También en la escritura de poemas, el caballo aparece en textos de la autoría de Shakespeare, Miguel de Cervantes, entre otros.

También hay que recordar al famoso caballo de Troya, todo un escenario donde la inteligencia y creatividad se impone en el arte de la guerra.

De igual manera, Babieca fue un gran caballo que aparece en el Mío Cid, cuyas cualidades predomina: la robustez, obediencia y fuerza.

Aunque parecía tratarse de un caballo, se trataba de una imponente yegua.

Otro dato importante de esta yegua es que fue de raza pura andaluza española.

Cantar del Mio Cid

Rocinante, un caballo en un clásico de la literatura

Cómo ya mencionó previamente, Miguel de Cervantes es un gran escritor, cuya pluma aún genera múltiples perspectiva y opiniones.

En las aventuras del carismático Don Quijote de la Mancha y su fiel amigo Sancho Panza quienes gracias a caballos vivieron diferentes situaciones donde la locura y adrenalina predominan.

Es importante destacar, que Rocinante no se trataba del caballo más elegante, fuerte y destacado.

Sin embargo, en los ojos de Don Quijote de la Mancha era el caballo más valiente, fiel y buen compañero que podría existir.

Recordemos, que esta gran obra de la literatura es resignificada a través de la pintura, el teatro, el cine, entre otras manifestaciones artísticas.

Rocinante acompaña las aventuras de Don Quijote de la Mancha, relata toda una cosmovisión de vida donde se impone la transformación del ser humano, el idealismo, pragmatismo, entre otras.

Seguramente, este caballo tenía como principal característica un espíritu libre e indomable, el complemento perfecto de Don Quijote de la Mancha.

En esta relación de Rocinante y Don Quijote de la Mancha, la lealtad es quizás la virtud más valiosa de la obra literaria.

Don Quijote y Rocinante
A fin de cuentas, es el caballo más famoso de la literatura, o al menos de la literatura española y de la literatura europea.

 

Mahoma y sus caballos, referente en el Islam

Lazlos fue uno de los primeros caballos que tuvo el gran profeta Mahoma.

Según la historia el caballo Lazlos fue un obsequio de parte del gobernador de Egipto.

Con este caballo, el gran profeta Mahoma logró hacer la peregrinación rumbo a la Meca.

El amor, sensibilidad y compromiso del profeta Mahoma hacia los caballos se materializaría en una nueva raza con cualidades como: fortaleza, agilidad y velocidad.

De esta manera, tras varios días y tras una minuciosa selección y la obediencia de cinco yeguas y su bendición dieron origen al caballo de pura sangre árabe.

Mahoma y su caballo Lazlos
Mahoma y su caballo Lazlos

Bucéfalo un caballo en el arte literario

La historia no sería igual sin la compañía de caballos que son parte de la vida de grandes hombres de la humanidad.

Alejandro Magno el gran conquistador tuvo su propio caballo, llamado Bucéfalo.

Este animal parecía ser un buen ejemplar, puesto que era oriundo de Tesalia y existía esa fama.

Sin embargo, pronto el gran Alejandro Magno notó que el caballo era un poco nervioso, que tal vez no era idóneo para sus conquistas y batallas.

Prontamente, Alejandro Magno empezó a darle confianza al equipo, y usó sus técnicas para domarlo tanto que logró sorprender al Rey.

Por cierto, el nombre Bucéfalo significa “Cabeza de Buey”

El caballo en la literatura e historia de Venezuela

La historia de Venezuela está llena de matices donde el caballo ha sido fiel compañero, amigo y conquistador de numerosas travesías.

Los caballos de razas traídos de otras tierras y los cruces han favorecido esa dualidad y binomio perfecto.

Igualmente las faenas de hombres y mujeres de campo han sido inspiradoras para escribir la más amplia literatura donde se imponen diversas corrientes.

Uno de los primeros referentes de historias entre equino y humano se trata de Palomo, el caballo del Libertador Simón Bolívar.

Palomo como fiel compañero de Bolívar es considerado dentro de símbolos como pinturas, el escudo nacional, entre otros.

Palomo fue un regalo para Bolívar, digno de un gran libertador.

También, Rómulo Gallegos retrató en varios capítulos la importancia del caballo en la vida del hombre y mujeres de la llanura venezolana.

Los eventos que acompañan cada novela de Gallegos guardan la idiosincrasia del venezolano y relatan el binomio entre equino y ser humano.

Otro de los hombres que se inspiraron al escribir sobre caballos para dejar su estampa en la literatura venezolana fue Aquiles Nazoa.

Un caballo que era bien bonito, dónde la ternura y sensibilidad surgen de la pluma de este escritor venezolano para promover la lectura en niños y niñas del país y el mundo.

Entre la narrativa y tal vez la poesía, Son Aquiles Nazoa describe que el caballo comía flores de un jardín.

Además el caballo que describe este autor es amable y tierno.

El caballo terminó siendo el detalle que incendió un amor en un pueblo después de una guerra.

Palomo el caballo del Libertador Simón Bolívar
Palomo el caballo del Libertador Simón Bolívar

Palabras finales sobre el caballo en la literatura – El caballo en el arte literario

Hablar del caballo en la literatura implica relacionarlo con el contexto propio de la historia o situación que se esté narrando.

En la mayoría de las oportunidades un caballo representa la furia, la rebeldía, fuerza, ímpetu y energía.

En otros contextos, el caballo representa la complicidad, agilidad, velocidad, serenidad, fidelidad, entre otros.

Cada caballo tiene su propia historia, seguramente alguna predomina la conquista, el encuentro de culturas, la guerra por el poder, la reconciliación y la paz.

El caballo está presente en la cultura, en las artes, la literatura, el cine, en la vida diaria de los seres humanos.

La magia y fantasía hacen lo propio para recrear diversas situaciones donde el caballo puede ser protagonista o parte del final.

Gustavo Mirabal admira y ama a los caballos

Finalmente, los caballos nos muestran su inteligencia, sensibilidad y bondad para recrear nuevas escenas.