Filete y bocado: accesorios para caballos
Como lo hemos mencionado en otros artículos es necesario una serie de elementos para que el jinete o la amazona la pueda cabalgar con comodidad y seguridad.
Es por ello que los jinetes requieren de cada uno de los accesorios para que el equipamiento quede completo y sea cómodo para la dupla mágica.
Aunque más allá de la comodidad también hay un tema de seguridad que es imprescindible.
Por ello es conveniente que las personas elijan los accesorios adecuados de acuerdo con la disciplina de la equitación que practican.
A continuación, nos enfocaremos en el accesorio denominado filete y bocado que como todos los demás es un complemento necesario para el caballo.
Dos tipos de embocaduras para caballos
El filete y el bocado son dos arquetipos de embocaduras que se usan en la boca del caballo. Estos tienen como propósito guiar y controlar al equino mientras se monta.
Es de hacer resaltar, que estos accesorios cuentan con diferentes diseños y aplicaciones.
Así que la elección va a depender del estilo de equitación y la sensibilidad del animal.
Es significativo tener en cuenta que el uso apropiado de cualquier embocadura debe realizarse con respeto y suavidad.
También se debe tomar en cuenta que hay que evitar la aplicación excesiva de presión.
Filete: una embocadura simple El filete es un tipo de embocadura que también se le conoce como “bridón” en algunos lugares.
Este accesorio denominado filete es una embocadura simple y usualmente utilizada en la equitación.
El filete es una pieza de metal en forma de D o en forma de O que se instala en la boca del caballo. Esta se conecta a las riendas a través de unos anillos en los extremos.
La presión se aplica especialmente a la lengua, las barras y el paladar del caballo cuando se tiran de las riendas.
Los filetes son diferentes ya que pueden tener distintas medidas y materiales (acero inoxidable, cobre, entre otros).
Lo anteriormente mencionado afecta la forma en que se siente en la boca del caballo y cómo reacciona.
El Bocado: otro tipo de embocadura
El bocado, también se le conoce como “hackamore”, es otra opción de embocadura utilizada en la equitación.
Este tipo de embocadura consta de una serie de anillas y palancas que hacen presión en diferentes puntos de la cabeza del caballo. Entre los puntos tenemos los siguientes: la barbilla, la mandíbula y el puente de la nariz.
La principal diferencia del filete con respecto al bocado reside en que no tiene una pieza que se instale dentro de la boca del caballo.
Así que el bocado hace presión primariamente sobre el hocico y la cara.
Hay diferentes estilos de bocados entre los cuales se encuentran los siguientes: el bocado mecánico, el bocado pelham y el bocado hackamore, entre otros.
Bocado y filete: Herramientas de comunicación con el caballo
Es de hacer notar que tanto el filete como el bocado son herramientas de comunicación entre el jinete y el caballo.
Por lo anteriormente mencionado, es preciso acotar que su uso debe ser adecuado y suave.
Así que se debe evitar tirones bruscos o una presión excesiva que pueda causar molestia o dolor al caballo.
Conjuntamente, la elección de la embocadura debe tener en cuenta la experiencia y la sensibilidad del caballo.
Otro punto que tomar en cuenta son las preferencias y habilidades del jinete.
Siempre es recomendable recibir recomendación de un instructor o profesional de la equitación para seleccionar la embocadura correcta para cada situación y caballo.
Para ello debe investigar y asesorarse de la mejor manera ya que el bienestar y la comodidad de caballo deben ser prioridad del dueño del animal.
En síntesis
Gustavo Mirabal Castro considera que los accesorios deben ser los adecuados para que el caballo este cómodo y seguro.
Finalmente, estos accesorios deben ser los adecuados para que la dupla mágica pueda sentirse cómoda y segura al momento de entrenar y de las competencias.
Cerramos con una frase alusiva a los caballos
La vida es un galope corto, profundo y sencillo, pero a caballo es fuerza y espíritu, así como libertad y confianza. Es lo que somos a corazón abierto. – Gabriel Oliverio