Gustavo Mirabal y la navidad

La navidad es la época más bonita del año, en la que más se come y se gasta porque las personas quieren hacer obsequios.

Y es que es una etapa para celebrar el regalo más grande.

Se trata del nacimiento de Jesucristo, el salvador de la humanidad.

Durante esta época las familias se unen, cocinan los platos típicos de la fecha en el país donde se encuentran.

Se dan regalos, se reconcilian, celebran y la alegría es el común denominador en todas las casas.

Diciembre y la navidad son símbolo de perdón, unión y restauración.

En navidad todos están contentos, los niños juegan y los adultos comen hasta saciarse.

También es la temporada favorita de las personas porque adornan sus casas con luces de varios tipos, formas y colores.

Recrean el pesebre donde nació el Salvador del mundo y en países como Colombia, hacen algo llamado novena.

Nueve días donde familias y amigos se reúnen para cantar villancicos y recordar la travesía de María, madre de Jesús, y su esposo José hasta el día en que ella dio a luz en Belén.

En ese tiempo adultos y niños se unen para tocar las maracas.

También tocan el pandero y cantan los diversos gozos que hacen alusión al propósito del nacimiento de Jesús.

Dichos gozos narran a su vez la importancia del nacimiento de Jesús para la humanidad.

Recordemos que la fe en Cristo es la base del cristianismo.

Navidad sin Jesús no es navidad

Y es que muy a pesar de que en el mercado pareciera que Santa Claus es el protagonista de la fiesta navideña, en realidad es Jesús la razón de la navidad.

Sin su nacimiento no habría navidad, tampoco la muerte y resurrección, la historia de Jesús cambió el curso de la raza humana en un antes y después de Cristo.

Ya que Él es el hijo de Dios, aquel que nació para traer paz al mundo y a los hombres, posteriormente creció, cumplió su propósito al sanar, libertar y llevar el mensaje del evangelio.

Luego muere y resucita abriendo el camino para que todos los humanos se acerquen a Dios por medio de la fe en Cristo.

Gustavo Mirabal y la navidad

Esta es una etapa en la que todos andan contentos, el paladar se prepara para deleitarse con las hallacas, dulce de lechoza (papaya), el pan de jamón, los bollos, la ensalada de gallina.

Particularmente en Venezuela, país del empresario, abogado y ex jinete de salto, Gustavo Mirabal la gente se prepara desde octubre.

Sí, desde octubre ya suena la gaita, el aguinaldo y los villancicos.

Pero también hay quienes van comprando los ingredientes para las hallacas, los bollos, y hasta el pernil.

El adorno de las casas y apartamentos comienza desde noviembre y los más amantes de las luces las dejan hasta principios de febrero para darle paso a las fiestas carnestolendas.

Para este empresario caraqueño, Gustavo Mirabal, diciembre y todo lo que implica la navidad es algo que le gusta mucho.

Ya que aprovecha al máximo para compartir con su familia y celebrar juntos este tiempo que se caracteriza por reunir a los seres queridos.

Es navidad, la tierra celebra

Hay un villancico que dice: Es navidad la tierra celebra y todos compartirán la dicha y el gozo que en aquel día, Cristo Jesús nos vino a dar.

Y es que en navidad no importa cuánto se tenga o no, lo que vale verdaderamente es la unión familiar.

Hay quienes se enfocan en lo material, cuando el calor del hogar, las risas, el compartir, es lo que vale la pena y perdura en el tiempo.

Esas son fechas en las que las personas hacen todo lo posible por estar juntas, comparten sus alimentos, le dan comida al vecino, al vigilante, al que pasa por la calle.

No importa si la porción es grande o pequeña, lo que interesa es el compartir porque es navidad y todos reciben un regalo de amor en esa temporada.

La navidad es tiempo de solidaridad

La solidaridad es un valor humano que desde la infancia se le enseña a los niños y se refuerza durante la época de navidad.

Es por eso que durante las fiestas decembrinas las personas comparten sus alimentos, invitan al que no tiene y reciben con agrado a aquel que no tiene nada.

Lo cual le da la navidad un toque muy especial, porque Jesús es precisamente ese regalo de solidaridad que el mundo necesitaba.

Era tanto el pecado del hombre que Dios decide enviar a su Hijo, Jesús, para reconciliarse con la humanidad, perdonar sus pecados y darle la oportunidad de tener una nueva vida con valores y principios.

Esa es la razón por la cual el nacimiento de Jesús es el regalo más grande y el motivo por el que cada año el mundo entero celebra.