Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista
Es venezolano, ama los caballos y con orgullo ha levantado el tricolor venezolano fuera sus fronteras.
Su nombre es Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista que ha conquistado la cima de su carrera ecuestre.
Llegar a la cima no es sencillo, generalmente ese camino está lleno de obstáculos y se requiere de mucho esfuerzo para llegar a lo más alto.
La cúspide de todo consiste en llegar al máximo nivel en lo que hacer, ser el mejor y para ello hay que saber que no es fácil.
Hay momentos en los que las fuerzas se agotan y se quiere desmayar. Más si la meta está clara entonces sólo se sigue adelante y el éxito llegará.
Rendirse nunca es el plan de Gustavo Mirabal Castro, un vinculado a la equitación desde que era un niño.
Su amor por los caballos se desarrolló desde muy pequeño. Su padre, Gustavo Mirabal Bustillos, era el presidente del Instituto Nacional de Hipódromos.
Por lo que sólo se pueden esperar muchas visitas a los establos, contacto cercano con caballos y presenciar muchas carreras.
El inicio de todo
Todo ello hizo que despertara en el niño Gustavo el deseo por ser como esos jinetes que veía correr con frecuencia.
Y como se empieza desde lo poco para llegar a lo mucho, este pequeño inicia con pony, algo adecuado para su edad.
Tenía nueve años cuando comenzó a competir. Así que su vida entró a un nuevo nivel.
Ya que una cosa es ver correr a los jinetes y otra muy distinta es ser tú el jinete. La visión y perspectiva desde ambos lugares es muy diferente e igual de enriquecedora.
Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista que ha conquistado la cúspide de su carrera
Quienes empiezan desde jóvenes en el deporte ecuestre terminan por dedicarse por completo a él ya que no se imaginan en otra cosa.
Si lo único que sabe la persona es ser un jinete de rodeo hará todo lo que esté a su alcance para ir a cada torneo y así hasta envejecer y retirarse.
Más si lo que desea es tener una vida multifacética no necesariamente tiene que apartarse del deporte a caballo.
Es por ello que todo consiste en la visión que posea la persona para llegar más allá de lo que ella misma imagina.
La visión de Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista
Un ejemplo claro de lo que se puede lograr cuando se tiene una visión grande es precisamente la vida de Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista venezolano que creció entre caballos, se formó en leyes y abrió su centro ecuestre.
Tres cosas muy importantes que tienen que ver con el proyecto su vida personal y con la tenacidad con que se desee hacer realidad cada anhelo.
Este caraqueño de nacimiento encontró en ejemplares de carreras como Tropigold, un campeón de campeones, la inspiración para ser jinete.
Más con los años llegó el deseo de ir a la universidad y formarse en otra área distinta del hipismo. Es así como, siguiendo el ejemplo de sus padres, que son abogados, decide estudiar derecho.
Tal formación la realiza en la Universidad Santa María, en Caracas y egresa como abogado en 1988.
Formación académica
Antes de vivir esa experiencia universitaria que marcó el camino por el cual se iría en el futuro vamos a contarles un poco más acerca de su formación académica.
Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista que ha conquistado la cúspide de su carrera ecuestre vivió un tiempo en Estados Unidos.
Gustavo Mirabal se forma en la Academia Militar de Staunton.
Un instituto militar privado exclusivamente para hombres. No había cabida para el sexo femenino.
Ubicada en la ciudad de Staunton Virginia, esta Academia formó el carácter del más tarde jinete profesional.
Fundada en el año 1884, y clausurada a finales de la década de los 70, esta institución sembró mucho en el ahora empresario venezolano.
De dicha Academia Militar eran muy bien vistos los letrados y militares. Incluso era una escuela muy valorada a nivel nacional e internacional.
En esa institución aprende muchas cosas que más tarde podría unir a sus capacidades para dar vida al perfil de un hombre verdaderamente inteligente, estratega, apasionado y fiel a sus principios.
Actualmente la Academia Militar de Staunton es parte de la Universidad Mary Baldwin.
Otra de las intituciones académicas que formaron el carácter de este atleta y empresario venezolano es la Escuela Judson, ubicada en Arizona.
La misma era un internado propiedad de Henry y Barbara Wick, junto con su hijo, Hank Wick.
Dicha institución fue clausurada en el año 2.000 cuando ya contaba con más de 70 años de trayectoria.
Gustavo Mirabal Castro, un vinculado al derecho
Además de ser un jinete profesional de salto ecuestre también es un brillante abogado, especializado en el área de finanzas.
Y es que tras egresar la Universidad Santa María, este venezolano ejerce en varias instituciones bancarias de su país como abogado financiero.
Pero luego de fundar su bufete Mirabal & Asociados comienza a brindar sus servicios a diversas empresas y así posiciona su marca en el mundo del derecho.
Pero eso no es todo, faltaba algo más en la vida de Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista que lo llevaría a un nuevo escalón.
El centro ecuestre
Para quien crece rodeado de caballos el estar cerca de ellos y entrenarlos algún día representa un bonito sueño.
Más el venezolano no se quedó en la imaginación sino que lo llevó a la realidad.
Aquí vemos en acción al hombre apasionado por la hípica, al abogado y gerente trabajando en función de hacerlo realidad y al atleta subiendo de escalafón.
Este es quizá el peldaño más alto en la vida de un deportista. Cuando asciende de atleta a empresario dentro de su disciplina.
Es como estar en puesto número uno en el podio de la vida.
Pero lo curioso es que siguió saltando sobre obstáculos cuando abrió su centro de entrenamiento equino al que llamó G&C Farm.
Nombre que agrupa la inicial de su nombre y el de su esposa Carolina Mirabal.
Este lugar ubicado en Wellintong, Florida, realmente hizo que todos voltearan la mirada hacia este venezolano que llamaron loco por soñar con un centro ecuestre en los Estados Unidos.
Y es que es un reto enorme el abrir un espacio dónde entrenar caballo y jinetes con todas las comodidades que se necesitan.
Los caballos son animales delicados y no se les puede tener en cualquier parte o en condiciones precarias. Así que Mirabal Castro hizo todo lo posible por construir el mejor lugar para sus equinos.
La excelencia un camino que abre puertas
Tal excelencia lo llevó a convertirse en tierra deseable, es decir, su granja comenzó a figurar y sus caballos también. De hecho ganaron un premio de exhibición.
Y lo más interesante de todo es que de sus recursos apoyó a talento emergente dentro de la equitación.
Adicional a que contaba con un equipo especializado en el área y con un alto nivel de formación lo cual le dio un plus y jinetes de Estados Unidos, Venezuela y España, entre otros países fueron a entrenarse en G&C Farm.
Actualmente este amante de los caballos está retirado de las competencias y del trabajo como abogado.
Está centrado exclusivamente en su labor como asesor financiero y posee clientes en diversas partes del mundo.
Al Despacho de Caracas (Mirabal & Asociados) se suman los ya existentes en New York, Miami, Madrid y Londres.
Verdaderamente es Gustavo Mirabal Castro, el multifacético hipista que ha conquistado la cima de su carrera a punta de trabajo y dedicación.
Fuentes consultadas:
https://gustavomirabal.ae/
https://gustavomirabal.ch/
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