El hipismo en Venezuela tiene nombres y uno es Gustavo Mirabal

El hipismo en Venezuela es más que juntarse con los amigos en una esquina y estar pendiente de qué caballo gana las carreras. El hipismo en Venezuela es mucho más que hacer sonar los dedos y decir “dale, dale”. En Venezuela el hipismo tiene nombres. Estos nombres que han enaltecido nuestro tricolor y han logrado que el Himno Nacional venezolano suene en diversos podios del mundo. Algunos de esos nombres son Gustavo Mirabal, Gustavo Arroyo, Andrés Rodríguez y Pablo Barrios.

Gustavo Mirabal, un deporte, una pasión

A los 10 años en el Club La Lagunita fue la primera competencia federativa en Venezuela del jinete Gustavo Mirabal Castro, quien influenciado por la pasión de su padre por los caballos comenzó a enamorarse del deporte ecuestre.

“Mi papá ha sido un apasionado a los caballos desde muy joven y cuando yo cumplí 9 años me llevó a las caballerizas del club donde éramos socios y desde allí en adelante también me convertí en un apasionado”, dijo en una entrevista concedida a este portal.

A sus 9 años el joven Mirabal ya se sentía atraído por el salto ecuestre y la conexión jinete-caballo, un binomio que años más tarde se convertiría en el motor de su vida.

“Como jinete amateur competí en los mejores concursos del mundo y tengo la suerte de decir que gané en todas los concursos en los que me inscribí, (Florida, Madrid, Bélgica, París, Londres, Saint Tropez, Cannes, Mónaco, Gucci Máster París, La Baule y Viena), todos eran especiales porque al ganar sonaba el himno nacional, es muy emocionante”, relató.

Triunfos de Gustavo Mirabal en muchos ámbitos

Los triunfos de Mirabal se vieron con él sobre un caballo pero también con sus equinos montados por otros jinetes. Este criollo abrió en 2009 su propia granja en Estados Unidos. De esta manera contribuyó con la preparación y desarrollo profesional de otros competidores.

“En la mañana saltaba yo las pruebas amateurs. Luego en la tarde competían mis caballos con los jinetes profesionales con los que estaba asociado. Era la combinación perfecta” Gustavo Mirabal

Él también empresario. Actualmente aliado con el jinete número 1 de España, Sergio Álvarez Moya. Gustavo Mirabal recuerda con gran alegría muy especialmente el concurso en Viena.

“Tuve la suerte de ganar las tres pruebas amateurs y escuchar soñar el himno. Fuí entrevistado sobre el caballo en la pista. Al salir de la cancha había un grupo de Venezolanos súper emocionados de escuchar el himno nacional y ver la bandera ondear en lo más alto. Estos son momentos mágicos especialmente en los momentos especiales que están pasando en nuestro país” Gustavo Mirabal

En mayo de 2017 Mirbal compitió en el Longines Global Champions Tour de Madrid donde se impuso en la prueba de 1,15 metros, luego de dos presentaciones a contrarreloj con los caballos G&C Luca Brasi y G&C Lucy. La victoria del criollo inauguró el torneo.

El primer tiempo fue de 30.82 segundos montando sobre G&C Luca Brasi, posteriormente marcó 28.88 con G&C Lucy, asegurando el primer y segundo lugar en dicha categoría.

Al mes siguiente, junio 2017, el Gloria al Bravo Pueblo, Himno Nacional de Venezuela, sonó en la 4ta edición del Longines Athina Onassis Horse Show, donde Mirabal marcó el ritmo en la competencia de salto y estableció un crono de 35.10 segundos con su caballo G&C Luca Basi.

Gustavo Arroyo

En 2014 el jinete venezolano Gustavo Arroyo registró un crono de 22.52 segundos con su caballo G&C Blue, tiempo que le valió el primer lugar en el torneo de salto ecuestre. Antes de su salida a la pista esta prueba era dominada por los españoles Miguel Álvarez-Buylla (23.58), Cristina Buti (24.51), y Alfonso Salguero. Dichos jinenes terminaron en segundo y tercer lugar respectivamente.

En dicha competencia participaron 32 binomios españoles (jinetes-caballos) y un total de 60. Las pruebas se disputaron en dos fases con obstáculos de 1.40 metros.

Arroyo y Mirabal han trabajado juntos en el desarrollo de caballos jóvenes, siendo Arroyo instructor de Mirabal.

El trabajo de ambos encontró un aliado perfecto en el jinete español Sergio Álvarez Moya. Por supuesto, esto significó más desarrollo del deporte ecuestre en territorio europeo.

Andrés Rodríguez

Andrés Rodríguez fue un atleta muy talentoso. El jinete ganó su cupo tempranamente a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Dicho logró fue alcanzado tras ganar medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto en 2015.

“Esto es increíble. El sueño de todo atleta es ir a los Juegos Olímpicos y eso es realmente lo que he estado trabajando durante los últimos tres años. Logré clasificar, quería la medalla de oro pero también me voy satisfecho con la obtención del cupo olímpico”, declaró el atleta tras conocer que había obtenido el pase a Río.

Sin embargo, el sueño de este hombre de 31 años se vio frustrado por un accidente de tránsito que le costó la vida el 4 de enero de 2016.

El caraqueño fue el décimo en clasificar a la máxima cita del deporte mundial, tras ser segundo en la prueba de salto individual de la equitación, en Toronto. Para el momento de su muerte el criollo se ubicaba en el puesto 41 del Ranking de la Federación Ecuestre Internacional (FEI) por sus siglas en inglés.

Pablo Barrios toma el relevo

Dado este lamentable hecho la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres le concedió el cupo al también venezolano Pablo Barrios, quien logró llegar hasta la prueba final de salto individual pero no le alcanzaron los números para obtener la presea olímpica.

Para Barrios fue su segunda participación en unos Juegos Olímpicos. El jinete ya que había representado a Venezuela en Beijing 2008. En dicha participación finalizó junto a su caballo Sinatra en la posición 40. Para ese entonces el jinete ocupaba el puesto 102 del ranking de la FEI.

Potencial ecuestre para el futuro en Venezuela

Luego de todo este recorrido podemos decir que en Venezuela hay talento para el deporte a caballo. Vienen nuevas generaciones preparándose para representar al país caribeño en los diferentes certámenes de esta disciplina. Así que sólo queda apoyar y consolidar a nuestros deportistas. Ellos serán quienes sin duda están dispuestos a cosechar muchos triunfos.