Entrenamiento Caballo de terapia

El caballo idóneo para llevar a cabo los ejercicios del plan de equino terapia debe cumplir ciertas características que ya fueron mencionadas en un artículo anterior. Por otra parte, es bueno resaltar que no basta con que tenga las cualidades, sino que también amerita un entrenamiento caballo de terapia. Todo esto con la finalidad de que tenga un equilibrio y pueda ser la pieza clave de la equinoterapia.

Entrenamiento caballo de terapia para participar en sesiones

El entrenamiento de un caballo que dedica su tiempo a las terapias va mucho más allá. En primer lugar, debe de tener vínculos con la persona que le saca a trabajar. Los vínculos se crean (en cautividad) con la comida, con el aprendizaje, con el trabajo, con los momentos de pasto fuera de las corraletas (o cuadras), con las horas de ruta. Todo ese proceso se llama desensibilizar.

Entre un humano y un caballo se teje un vínculo afectivo logrando incluso cierta complicidad. Un caballo para realizar terapias es entrenado. Así mismo, es un animal que sabe interactuar con el hombre, desde lo aprendido gracias al tiempo de convivencia. Crear un código de comunicación con el caballo es entrenar al caballo, en función de ello. En consecuencia se tendrá un caballo perfecto para sesiones de hipoterapia.

Aspectos importantes a tomar en cuenta para el Entrenamiento Caballo de terapia:

El caballo debe moverse con un buen control en los tres movimientos o aires (paso, trote y galope) con un tranco rítmico y largo.
Moverse con soltura y ritmo.
Debe caminar en sus tres aires con rectitud, porque sólo un caballo recto en sí puede sentar al jinete simétricamente en el centro de gravedad.
Ser absolutamente sumiso.
Los caballos deben estar en constante entrenamiento para afirmar y renovar sus aptitudes para la terapia.
Las exigencias del entrenamiento se enfocan a la condición física y psíquica del caballo.

Entrenamiento físico

En el marco del entrenamiento físico busca desarrollar un posterior fuerte y musculoso, un lomo oscilante y una correcta musculatura del cuello (musculo de la crin). Esto se logra con un entrenamiento de acuerdo con los principios clásicos de la equitación al trabajar el caballo específicamente en adiestramiento.

Entrenamiento psíquico

El entrenamiento psíquico está muy relacionado con el físico ya que un caballo bien entrenado tiene una musculatura fuerte y saludable, y no padece de dolores musculares, los que casi siempre son la causa de resistencias y desequilibrios psíquicos.

El caballo se mueve con ritmo, soltura, balance cuando se guía desde el suelo.
Debe acostumbrarse a ruidos de diferentes fuentes (explosión de un globo, gritos fuertes de niños, etc.).
Se mantiene tranquilo y sin moverse a pesar de movimientos incoordinados y bruscos encima de su lomo.
Obedece inmediatamente las órdenes verbales como: alto, trote, paso, vuelta, atrás. Además, se acostumbra a ver pelotas y aros en movimiento sin asustarse.
Se queda parado tranquilamente cuando se le acercan escaleras, sillas o rampas para subirse.
Acepta el uso del fuete como estímulo de impulsión.
Admite ser tocado en todas las partes de su cuerpo.
Trabaja tranquilo y en forma correcta en la cuerda.
Acepta que corran personas a su lado.

La naturaleza nos ha regalado un enorme potencial en muchos sentidos. Sin embargo, con el caballo se lució. Pues este hermoso animal es gran aporte en el mundo de las terapias alternativas.