Andrew McLean
Para ser una persona allegada a los caballos se debe tener una conexión con ellos.
Y ese es el caso de un entrenador equino que ha pasado su vida dedicado a los equinos.
Se trata de Andrew McLean, un entrenador que se ha formado en el estudio académico y práctico de estos animales.
Su técnica de doma ha trascendido a través de textos publicados por él.
Estos animales realmente lo cautivaron desde niño, ya que sus padres los amaban y gracias a la influencia de éstos es que termina acercándose a ellos.
Incluso, desde muy pequeño ya los tenía a su alrededor. Lo que le llamó la atención y sin duda alguna, eso le hizo perderles el miedo.
Así que, con el tiempo, se volvieron algo más que una pasión de momento o un relax al aire libre.
Los caballos se volvieron el centro de su vida y todo su trabajo gira entorno a ellos.
Una pasión familiar
Generalmente, cuando se trata de una persona que ama a los caballos, casi siempre, es algo de familia.
Y el en caso del entrenador y domador de caballos Andrew McLean, no es la excepción.
“Mis padres eran entusiastas de los caballos y muy capaces, así que yo estaba sentado en un caballo mucho antes de que pueda recordar”, contó al portal https://ampascachi.com/.
En esa misma entrevista, sostuvo que ama a los caballos, aunque para él todos los animales merecen respeto, cuidado y amor.
Confesó que ama a todos los animales por igual, sean medusas o halcones.
“Los seres vivos son realmente increíbles, y en mi opinión, el comportamiento y sus orígenes es lo más fascinante de todo”, acotó.
Fue tanta su vinculación con los equinos que terminó estudiando el comportamiento de los mismos y se concentró en una formación académica que más tarde, compararía con la práctica.
Su interés por la doma
Ser entrenador de caballos no es un algo sencillo, implica dedicación, técnicas y estudio del animal para poder comprender su comportamiento.
Eso fue lo que hizo Andrew McLean, quien desde la universidad comenzó a domar caballos a su manera.
Siguiendo sus instintos, experiencias personales acumuladas desde la infancia y nuevos conocimientos académicos.
Por lo que en esa etapa universitaria decide hacer cosas prácticas a fin de desarrollar y mejorar la técnica de doma.
Más, esa necesidad profunda por estudiar de forma académica a los caballos surge a los 30 años.
Andrew McLean haciendo de todo un poco
En aquel entonces las cosas no son como ahora, ya que en la actualidad, quien decide adentrarse en el mundo académico lo hace en una especialidad puntual.
Para ese momento, las personas interesadas en el área equina tenían que hacer de todo un poco.
Así que al entrenador Andrew McLean le tocó desde montar a caballo, cabalgar, saltar y hasta competir.
“He hecho carreras en caballos sin montura, he representado a Australia en eventos de tres días de duración”, dijo.
Ha saltado en el nivel del Gran Prix, dressage hasta el Prix St. George.
En este sentido, ha entrenado el nivel Gran Prix.
“Cuando yo era joven, se hacía de todo, hoy día las personas se enfocan en una sola disciplina”, agregó.
Cabalgar, una forma de sentir la naturaleza
Para este amante del mundo equino, una de las experiencias más gratificantes es salir a cabalgar.
Sostiene que ama salir con su familia o solo a cabalgar. Ya que en su opinión es una excelente forma de percibir la naturaleza.
Incluso lo hace por placer en su casa o como aficionado en otros países.
“El año pasado cabalgué en Kenia y recorrimos 210 km en el Masai Mara”.
Comenta que cuando está en su casa sale a caminar por la playa y, para su sorpresa, hay días en los que puede ver cómo los delfines se acercan y nadan frente a los caballos.
Esposa e hijos con pasión equina
En su familia extendida, esposa e hijos, también está presente ese amor y relación cercana con los caballos.
Lo que le llena mucho porque comparten la misma afición y pasión ecuestre.
Incluso, sus hijos, algunos saltan y otros doman. Aunado a que la esposa de Andrew McLean es maestra de doma (dressage, como se dice en inglés).
“Mi hija es mi gerente de negocios y ejerce la disciplina de salto, mis dos hijos son ambos jinetes de dressage profesional”, señala.
También indica que las esposas de sus hijos están vinculadas al deporte a caballo, una salta sobre obstáculos mientras la otra trabaja con la doma ecuestre.
Trabajo con caballos problemáticos
El trabajo de doma implica laborar con caballos de todo tipo, aquellos dóciles y los que vienen con algún trauma o comportamiento rebelde.
En ese caso, el entrenador McLean tiene en su haber un largo historial en el que hay caballos fáciles de domar y otros que lo han tumbado al suelo una y otra vez.
“He pasado mi vida profesional re-educando caballos problemáticos. ¡Me han desmontado muchas veces!”, acota.
Cuenta que en varias ocasiones, como resultado del trabajo con caballos problemáticos se ha quebrado varios huesos.
“Pero tengo que decir que desde que empecé a aplicar principios más adecuados de la ciencia de equitación, mi tasa de lesiones con caballos difíciles ha bajado dramáticamente”.
En 1995, narra el entrenador, que desarrolló técnicas para domar caballos en el Australian Equine Behaviour Centre (Centro Australiano de Comportamiento Equino) y, durante ese año recibió 120 caballos.
Estos ejemplares venían con comportamientos fuertes y sólo a dos no lograron domar.
Algunos caballos eran demasiado complejos para sus jinetes y siempre está la gran pregunta: ¿es el caballo el adecuado para el jinete?, aseveró.
Conocimientos que se transmiten
El entrenador sostiene que cada vez se hace más amplio el tema de la doma ecuestre.
Esto debido a que los conocimientos se transmiten de una persona a otra con facilidad y, las personas se guían por eso en su labor diaria.
Sin embargo, comenta que es necesario el estudio dedicado al caballo para que las técnicas se fortalezcan y consoliden con experiencias de terceros.
Agrega que es vital que el profesional en el área de doma esté bien preparado en lo académico y en lo práctico, a fin de alcanzar mejores resultados.
“Cada entrenador en la tierra haría bien en aprender un conocimiento sólido de la etología equina y del aprendizaje. De esto se trata la ciencia equina: los principios y procesos de domar y entrenar que se aplican a cada método”.
Tips para empatizar mejor con los caballos
De acuerdo con la experiencia de este entrenador, es necesario, tener en cuenta varios aspectos si se quiere empatizar con el caballo.
Algunos de ellos están asociados a la comunicación con el animal, sin imponerse ante él.
Así como dar órdenes claras y no castigarlo cuando este no cumpla con lo que se le pide.
Los caballos son animales sensibles y con buena memoria, así que cualquier cosa que se les presente los puede marcar para bien o para mal en el futuro.
Un caballo traumado puede ser rebelde o desobediente. Si ese es el caso, este debe ser tratado a fin de que lo supere.
Si logra dejar atrás esa mala experiencia entonces será un mejor caballo para su jinete y responderá sin rebeldía al entrenamiento.
Nota: En una próxima entrega abordaremos más de cerca el trabajo que realiza este entrenador.
Fuentes consultadas:
https://gustavomirabal.ae/
https://gustavomirabal.ch/
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