El maltrato animal es un tema muy serio. No se puede tener un caballo para maltratarlo.
Es triste ver cómo hay personas que explotan a los animales para lucrarse.
Maltrato
Vamos a comenzar por definir qué es el maltrato.
Se conoce como maltrato a una forma de agresión entre dos o más personas. Sin embargo, tales agresiones también aplican en el caso de los animales. Ya que como el término indica: Mal-trato, es tratar mal a una persona o animal.
El relato
Era un día soleado, hermoso y un grupo de amigos aprovechó para subir a una montaña y disfrutar.
El clima estaba frío, la neblina acariciaba, el viento parecía susurrar. Entre fotos y sonrisas transcurría la jornada.
Como es de esperar en una montaña suelen haber perros y caballos. Ésta vez no era la excepción.
El grupo de amigos caminó con el afán de tomarse fotos en cuanta parada hicieran pero también con el deseo de ver unos caballos y por qué no cabalgar.
Cada paso que daban los acercaba a ellos sin saber. Pues sólo habían locales para comprar comida y muchos árboles.
Finalmente uno de ellos exclamó: ¡Caballos! ¡Caballos!
La sonrisa se vio en sus rostros y corrieron hasta ellos para acariciarlos con la ilusión de montar.
Desgaste y heridas
Una vez frente a estos animales las sonrisas se esfumaron y la preocupación llegó.
Lucían sucios, con moscas en sus patas, algunos con marcas de látigo en la parte inferior de ellas. Heridas abiertas y ojos tristes que se apagaban por cataratas.
Hubo silencio. El grupo de amigos acarició a los caballos y les dieron palabras de aliento mientras sus dueños decían a las personas el precio para montarlos.
Monturas y riendas viejas
Las monturas que tenían puestos los caballos estaban viejas, desgastadas, sucias, y de paso las riendas estaban hechas con la peor cuerda que había.
Era denigrante y muy cruel ver esos caballos así. Y ni hablar de lo delgados que estaban. A todos se les marcaban los huesos bajo la montura.
La desnutrición era evidente. Pero aún sirven para que sus dueños se lucren así que a todo aquel que preguntaba cuánto costaba el paseo le decían: 1 dólar.
El grupo se conformó con acariciarlos y poco después se marchó con tristeza. No fue como esperaban. Montarse sobre unos caballos tan maltratados era ser cómplice de unos “desalmados”.
Rechinazos y patadas
Lejos de comprender que los caballos son inteligentes, tienen memoria y sentimientos, sus dueños no se percatan de que cuando alguien los va a montar rechinan y patean.
En los pocos minutos que los chicos observaron a los caballos notaron que estaban cansados físicamente, tristes y desmotivados, al punto que movían las patas traseras en forma de queja y la cabeza de arriba hacia abajo rechinando.
Hubo quienes sí se montaron para dar un paseo mientras sus dueños los halaban de las riendas con molestia porque éstos no querían moverse.
Lo que era la ilusión del día terminó por ser la gran decepción de aquel grupo de amigos, quienes sólo hablaban del mal estado de los equinos.
Reflexión final
Si alguien adquiere un caballo es necesario que lo quiera. Estos animales son delicados y requieren de cuidados específicos.
- Deben estar en un lugar limpio, cómodo, seguro e iluminado
- Hay que bañarlos, cepillar su pelaje, vigilar que no se entierren cosas en sus cascos
- Cuidarles la dentadura
- Suministrarle alimentos que los nutran
- Vacunarlos
- Hacerles evaluaciones veterinarias
- Y por último pero no menos importante: Hay que darles amor, respetarlos y brindarles confianza.
Un caballo no es un simple animal, es un amigo fiel, fuerte y valiente. Un compañero de aventuras, de descubrimientos, un confidente.
Y tú ¿cómo cuidas a tu caballo?
Feliz fin de semana.
Fuentes consultadas:
https://www.gustavomirabal.es/salud/cuidados-basicos-para-tu-caballo/