Los caballos, sinónimos de brío y libertad
Los caballos son animales hermosos, fuertes y con mucho brío que corren por las praderas a la velocidad del viento, recordándonos siempre gritos de libertad.
Estos gritos aún resuenan potentes en nuestros oídos y en nuestra mente, perdiéndose en la inmensidad del horizonte y en nuestro corazón que lucha por no quedarse instalado en la quietud y en la desesperanza.
Los caballos galopan velozmente, animándonos a seguir adelante, recordándonos siempre la importancia de la libertad. Nos dicen siempre que de nada nos sirve tener todo en la vida si no tenemos libertad.
Los caballos, la fortaleza y el aprendizaje
Estos magníficos animales representan la fortaleza y el valor de aprender a levantarse durante las pruebas de la vida, representa la feroz velocidad con la que el mundo avanza y si no estás atento, quedas estancado.
Representan la constante carrera que llevas contra el tiempo, la cual muchas veces te gana y te quedas en el pasado.
Los caballos nos hablan de la fortaleza, de la perseverancia, del empuje y de la motivación al logro.
No nos hablan con palabras, pero nos hablan de libertad
Por supuesto, no nos dicen nada con palabras, pero sólo hay que ver el proceso de la doma de un caballo para aprender todas estas cosas.
Claro, también es verdad, que mucho va a depender del domador o de la domadora. Esto nos lleva recordar al “Encantador de caballos”, Fréderic Pignon. Para él, sus caballos han sido sus maestros y más que enseñarles él ha aprendido mucho de ellos.
Qué han representado los caballos para nosotros
Durante nuestra vida, estos animales han representado los anhelos de libertad y rebeldía que muchas veces son reprimidos por la sociedad.
Con ellos podemos asemejar la fuerza con la que salimos adelante, las ganas de correr tan rápido que parece que vuelas, pero al mismo tiempo sigues tocando el piso para no perder el norte.
Nos enseñan a correr acompañados
Los caballos también nos enseñan que es mejor correr acompañados.
Para seguir avanzando es mejor no estar solo. Nos enseñan que en la vida quien se queda atrás y se aísla, le será más difícil avanzar en solitario.
Establecer contacto con los caballos, es tener en cuenta que siempre habrá alguien que te recuerde el camino.
La constante libertad
Los caballos, muchas veces son domados y domesticados, pero nunca pueden perder su esencia y su necesidad constante de libertad.
A pesar de que el potro más salvaje sea sometido a los peores tratos, sólo podrá ser domado por quien él decida, deben conectarse primero con el animal para poder tener el derecho a correr con su compañía.
Esto implica la verdadera libertad. Esa libertad que nos lleva por encima de otras cosas a elegir lo que queremos, a asumir nuestras decisiones desde nuestra propia voluntad.
La lección que no encarcela y que libera verdaderamente
Los caballos nos dan lecciones y si las aprendemos, nos liberan al punto de sentirnos en paz y tranquilidad.
A veces nos tratan duramente, tal como se trata a muchos caballos en el proceso de la doma.
Esto nos da una gran lección, puesto a que pesar de que muchas veces se nos trata de reprimir y encarcelar, jamás debemos perdernos a nosotros mismos ni dejar que otros tomen el control total de nuestras vidas, más aún personas que no deseamos o no tienen justificación alguna para hacerlo.
Esto implica alcanzar la libertad
Alcanzar esta libertad, probablemente implique un proceso de encarcelamiento interior para llegar a la verdadera liberación.
Quizá esto sea necesario, muchas veces en nuestra vida para soltar las riendas y galopar a nuestro ritmo durante toda nuestra existencia, una vez aprendidas las lecciones, este es aspecto que la industria del mercadeo ha aprovechado para promover sus productos a través de la estrategia de marketing de asociación, de modo de sugerir a los consumidores jovenes que a través de la adquisición de sus productos logran la emancipación, algunos ejemplos:
La libertad equina en femenino
Pero en todo esto también olvidamos a otro animal muy importante: las yeguas. Muchas veces más sumisas, pero necesarias y vitales para la existencia de estos grandiosos animales. Tan importantes, que son las que dan vida y se reproducen.
Pero como ocurre con las humanas, también son relegadas y olvidadas y son más reconocidas por su belleza. Es decir, a las yeguas también se les llega a ver como objeto hermoso, más que como símbolo de brío y destreza.
La yegua más que libre es vista como objeto hermoso
No se toman en cuenta sus potencialidades, sus capacidades y destrezas. Siempre priva la presencia del caballo, del semental, aunque muchas veces, las representantes sean las yeguas que también galopan y luchan por su libertad. Ejemplos de canciones sobre este tema tenemos unos cuantos en el folklore venezolano. Tendríamos que detenernos en un solo ejemplo:
https://www.youtube.com/watch?v=-cAxoRUqtkw&list=RD-cAxoRUqtkw&start_radio=1&t=132
Siempre será un animal hermoso y libre como sus congéneres los caballos
La yegua, un animal hermoso, tan capaz como el caballo, pero a veces marginado por su tamaño.
Es igual, no tiene diferencias relevantes pero siempre se le podrá vencer en velocidad por su condición física. Ahora nos preguntamos ¿Esto las hace menos importantes en el mundo equino?
Valdría la pena reflexionar sobre este tema, porque revisando el mundo animal, también podemos acercarnos a reflexionar a la equidad de género entre las personas.
El mundo equino, se asemeja tanto al humano…
En fin, a veces el juego de la vida se nos torna en una batalla constante contra el tiempo y la libertad, estos hermosos animales nos dan lecciones tan obvias que muchas veces no sabemos apreciar con el valor que merecen.
El ser humano y sus ansias de poder, de control absoluto, ambición y vanidad, destruye todo a su paso, tratando de dominar lo que no se hizo para ser domado.
Los caballos nos enseñan que la libertad es el tesoro más preciado
La libertad se siente en el alma que galopa a su antojo por los senderos de la existencia, sin ataduras, sin controles ni frenos.
Pero la libertad entendida como tal, no como libertinaje. Una libertad que proporciona bienestar no solo a quien la posee, sino a todo su entorno, sin hacerle daño a nadie y proporcionando paz y bienestar en el universo.
La libertad que inspira paz y amor profundo por la naturaleza y los caballos
Es una libertad que produce paz, como la que nos produce ver galopar a los caballos y a las yeguas, por esos senderos de Dios, respirando el aire puro y regalándonos su majestad.
Los caballos, la metáfora más hermosa de libertad
Estos animales en su aspecto más metafórico, nos enseñan que la libertad es el regalo más grande que se nos ha concebido, que es necesario cuidarla y hacernos responsable de ella, pero aún más relevante, es que siendo diferentes igual somos importantes.
REFERENCIAS BIBLIOGRPÁFICAS
https://www.gustavomirabal.es/gustavo-mirabal/el-verdadero-gustavo-mirabal-castro/
https://www.gustavomirabal.es/uncategorized/gustavo-mirabal-en-el-mundo-ecuestre/
https://www.gustavomirabal.es/equitacion/el-hipismo-en-venezuela-tiene-nombres/
http://gustavomirabalcastro.online/
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http://about.me/gustavomirabal
https://magia-hispanii.fandom.com/es/wiki/Ventisca
https://www.flickr.com/photos/161015276@N06/33823660258