Lo que piensan los caballos siempre será un misterio, sin embargo, hay comportamientos que nos dejan saber algunas cosas.
En este artículo se hablará acerca de las distintas formas en que se puede interpretar la manera en como piensan los equinos.
Lo que piensan
Los caballos son por naturaleza nobles, sensibles y con una belleza majestuosa.
Aunque existen muchas demostraciones de su capacidad de aprender, memorizar y demostrar empatía.
Más allá de esto no se puede creer que piensan como los seres humanos. Pero no te desanimes.
Los caballos son animales muy distintos a las personas, por lo que sus formas de percibir e interpretar el mundo difícilmente podrían ser idénticas.
Esas diferencias no quieren decir que no existan formas de inteligencia que se asemejen.
Por ejemplo, los sentidos son tan importantes para los caballos como para los seres humanos.
En la práctica, estos animales tienen la ventaja de tener sentidos mucho mejor desarrollados que los del hombre. A través de sus percepciones sensoriales, pueden recoger las informaciones básicas para comprender su entorno, así como las modificaciones que en él ocurren.
Cómo aprenden
Los caballos poseen una estructura social, es decir, está basada en la forma en cómo se relacionan con su entorno.
En su estado silvestre, suelen formar grupos numerosos para defenderse y cuidarse en comunidad.
Lo que pocas personas reconocen es que los equinos mantienen una estructura familiar muy bien consolidada.
En cada manada podemos identificar al líder que se encarga de orientar a los demás individuos, priorizando el bienestar colectivo.
En este sentido, el jinete asume el rol que corresponde al líder en la manada.
La relación hombre-caballo debe fomentarse con confianza y respeto mutuo. A cambio el equino será obediente y se le facilitará el aprendizaje.
Al reforzar las conductas deseadas a través de recompensas, rápidamente logramos que el caballo las memorice y ejecute con perfección.
Con los potrillos
En el caso del aprendizaje de los potrillos el aprendizaje comienza a partir de la observación a “mamá”.
Al observar el comportamiento de sus madres y otros adultos, el potro va adoptando conductas, imitando acciones.
Todo esto le sirve para defenderse cuando esté más grande. Él sabrá cómo comportarse en la manada.
Además, les permite ganar progresivamente su autoconfianza hasta sentirse preparados para ser adultos y sobrevivir por sus propios medios.
Su personalidad
Cada caballo es único, cada uno tiene su personalidad.
Su forma de expresarse e interactuar con las personas, otros caballos y su propio entorno, depende de diversos factores. Aunque la herencia genética influya, el comportamiento de cada animal dependerá mayormente del ambiente, de los cuidados y de la estimulación proporcionada por sus cuidadores.
Ese es el motivo por el cual no existen dos caballos iguales ni en su apariencia, ni en su comportamiento. Y al adoptar a un caballo es esencial recordar que su inteligencia y sensibilidad necesiten de nuestra dedicación para alcanzar sus niveles óptimos.
Buena memoria
Además, los equinos destacan por tener una gran capacidad de memorización.
Entonces, ¿podremos saber lo que piensan o definitivamente sus respuestas se aprenden? Se puede decir que un poco de ambos.
Como se dijo al principio de este artículo, los caballos no piensan igual que el ser humano pero sí responden a ciertos comportamientos.
Será la forma en como son entrenados, cuidados y tratados la que marcará la diferencia.
Si lo tratan bien se facilita su entrenamiento y se crean vínculos muy profundos con sus cuidadores.
No obstante, esta poderosa memoria también puede llevar a la formación de traumas y fobias en aquellos animales víctimas de abusos o maltratos.
Fuentes consultadas: