El caballo y la limpieza de los cascos
El caballo es un animal de gran envergadura que distribuye todo su peso sobre cuatro extremidades. Las cuales están conformadas por docenas de huesos, articulaciones, músculos, tendones y ligamentos, que soportan el peso del cuerpo equino.
En este orden de ideas, las extremidades juegan una parte fundamental en el movimiento del caballo, en donde los cascos también son estructuras esenciales. Estas partes cumplen con la finalidad de proporcionar apoyo, tracción y absorción de impactos.
¿Qué es el casco?
Es el recubrimiento córneo del pie del caballo. Las partes que definen el casco resguardan a las estructuras subyacentes del pie e inician la disipación de las fuerzas producidas cuando el pie golpea contra el suelo. Es por esto que el cuidado de los cascos del caballo es una tarea fundamental dentro de los cuidados del animal. Puesto que sin un apropiado mantenimiento de los mismos pueden producirse diversos problemas.
Ahora bien, ¿cuáles son las partes del casco?
- La pared: es la zona exterior. Su crecimiento es hacia abajo, desde la corona.
- La suela: es una parte ligeramente cóncava que cumple la misión de proteger el casco de posibles lesiones. Se debe tener mucho cuidado con ella puesto que es muy delgada.
- La ranilla: es un mecanismo amortiguador y antideslizante. Facilita que el casco se extienda y se contraiga con cada paso. Resulta útil mantenerla en todo momento limpia para evitar problemas en el casco.
Limpieza el casco del caballo
- Con ayuda de un limpia-cascos se eliminan los restos de barro y suciedad. Debe hacerse desde el talón hacia la lumbre.
- La ranilla debe ser limpiada con cuidado para retirar restos de piedras u otros objetos. Esta es una zona donde se acumulan las bacterias.
- Igualmente se debe comprobar que no exista ningún corte ni grieta. Así como también el grado de sequedad del casco.
- Por otra parte, si se percibe un olor desagradable, puede ser síntoma de infección. Se debe limpiar muy bien. A su vez, se recomienda aplicar algún producto específico, como por ejemplo el Nemo Hoofcare.
- Para finalizar, se comprobará el estado de la herradura. Esta parte del casco debe estar perfectamente fijada y sus remachas deben estar en su sitio.
Con estas sencillas recomendaciones se contribuye a que los cascos del caballo se mantengan en buen estado.
Problemas del casco
Los cascos son una parte del caballo muy sensible. Cualquier objeto externo como una piedra, un clavo o un trozo de cristal roto, por poner ejemplos, pueden ocasionarle mucho daño. Igualmente, la acumulación de estiércol en el interior del casco puede causar ciertas afecciones, como la podredumbre de la ranilla. Estas patologías nacen porque se reblandece el casco. Además se descompone creando un espacio idóneo para los gérmenes u otros microorganismos.
Por otro lado, hay que revisar cuidadosamente el estado de las herraduras. Si están bien asentadas o sueltas, si hay clavos levantados o si están muy deterioradas y hay que cambiarlas. Los clavos levantados pueden dañar la extremidad opuesta lesionándola gravemente. Se debe tener presente que las herraduras sueltas se pueden doblar y romper lesionando al caballo o provocando alguna caída.
Fuentes consultadas
http://www.yeguasycaballos.com/cuidadosdelcaballo/el-caballo-y-su-limpieza-v-los-cascos/
https://www.gustavomirabal.es/caballos/los-cascos-del-caballo/
https://www.cimformacion.com/blog/veterinaria/mantenimiento-cascos-del-caballo/