El caballo en Argentina

Se dice que el caballo aparece en Argentina gracias a los conquistadores españoles…Pero hay quienes refieren la existencia de una raza nativa, una raza criolla.

Lo cierto es que con la llegada de los colonizadores se pasean caballos andaluces y árabes por el territorio argentino.

Cuenta la historia que desde el siglo XVI el caballo extranjero comienza una adaptación hasta volverse rústico y fuerte.

El resultado de esto es que tanto los indígenas como los gauchos logran domesticar los equinos y usarlos para trabajar con el ganado.

El caballo en Argentina

Para 1923 la Asociación de Criadores de Caballos Criollos asegura la defensa y control del caballo criollo argentino.

Las disputas por comenzar la mezcla de razas en Argentina terminan cuando la Asociación de Criadores defiende la raza criolla a fin de conservarla.

Tiempo después esta raza se distribuirá por toda Suramérica y hasta los Estados Unidos.

Características

Entre las características del caballo criollo argentino destacan su fuerza y resistencia.

Es un caballo pequeño (de 1,5 m. máximo) sin embargo, lleva las cargas sin debilitarse y puede correr hasta centenas de kilómetros.

Esa potencia lo hace rentable y deseable para los dueños de grandes fincas de ganadería.

Igualmete es muy bueno para el salto ecuestre o la jineteada de los gauchos.

Héroes criollos

Esta raza de caballos cuenta en su haber con dos héroes reconocidos internacionalmente.

Se trata de Mancha y Gato.

Para 1925 el suizo Aimé Tschiffely emprende una loca expedición con sus dos caballos criollos.

El acto de locura consistió en ir de Buenos Aires a New York con sus dos equinos…

Aunque muchos pensaron que era un disparate hacer esto y que quizá no lo lograría… El suizo continuó.

Impresionantemente y luego de tres años, Aimé Tschiffely llega a la 5ta Avenida de New York con sus dos fieles compañeros.

El total de kilómetros recorridos por este trío invencible es de 21.500 en 504 etapas.

Juntos desafiaron la distancia y la altitud, hazaña que les vale un récord mundial.

Durante la travesía atravesaron varias veces la cordillera con un puerto a 5.900 metros.

Tanto llega a ser el impacto de esta noticia que tras su llegada a la ciudad de New York, el 20 de septiembre de 1928, se constituye en la Argentinael 20 de septiembre como Día Nacional del Caballo.

Gato y Mancha

Gato y Mancha eran descendientes de los mejores caballos de Europa y habían vivido de manera salvaje hasta que fueron capturados y domesticados.

Por esta razón tenían un carácter fuerte, aunque también destacaban por su fuerza, inteligencia y resistencia.

Los dos ejemplares criollos murieron en 1944 y 1947, con 36 y 40 años de edad.

Aquellos fieles equinos, “Gato” y “Mancha”, descansan hoy en la estancia El Cardal junto a los restos del andariego profesor Aimé Tschiffely.

Estos tres personajes son un símbolo de la entrega y fidelidad del caballos a las causas nobles que hicieron historia.

Por otro lado, el aventurero profesor suizo fallece en 1954, aunque su último viaje lo haría en 1998, cuando sus cenizas fueron trasladadas al campo de su amigo Emilio Solanet –el veterinario que le había entregado a Gato y Mancha– en Buenos Aires.