Cupido ecuestre – Amor entre caballos y sexualidad | Gustavo Mirabal

Cupido ecuestre

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El amor está en el aire y a los caballos también les sale un consentimiento… Sin embargo, vamos a enfocarnos en cómo funciona la sexualidad en los caballos.

¿Qué es lo que hace el caballo para cortejar a la yegua? Si no lo sabías, te darás cuenta a continuación.

El amor está en todas partes y los animales tienen su forma de demostrarlo. En el caso de los caballos este se manifiesta a través de caricias entre ellos y gestos amables hacia los humanos.

Cabe destacar que los equinos son muy sociables y aman vivir en manadas, porque estas son su familia. Estos animales desarrollan un gran sentido de liderazgo y pertenencia.

Tanto así que uno solo es el líder y toda la manada es quien respalda la decisión de que ese caballo en particular, es el jefe.

Sin palabras, sólo con gestos, relinches, así se comunican los caballos entre sí, dejando claro quién manda.

Sin embargo, aquel que conduce al resto tiene la responsabilidad de protegerlos y guiarlos en todo momento y ocasión.

Generalmente es un semental, y como buen líder, las yeguas lo respetan, pero ellas sólo elegirán al más fuerte. Dicho en otras palabras, el que más les guste.

Así que esa lucha por el amor de una chica, también se ve en las manadas ecuestres.

Mientras que, en los caballos domesticados el proceso es distinto. El ser humano es quien sirve de cupido ecuestre y le presenta a la yegua.

En este sentido, se hacen cruces a fin de obtener mejoramientos de la raza, al igual que para procurar ejemplares con el mismo potencial de sus padres, y, de esa manera mantener vivo el linaje campeón.

Etapa del celo: Primer paso hacia el amor equino

Sin celo no hay movida de pelo. Entre marzo y septiembre ocurre la época de celo en la yegua.

Durante ese periodo ella puede ser montada y de seguro, quedará embarazada.

Sin embargo, el celo no es todo el tiempo durante esos meses sino cada 3 semanas.

El celo de la yegua dura cinco días, pero la ovulación ocurre sólo en el cuarto. Así que ese es el momento perfecto para que el macho quede flechado por la hembra.

Pero, ¿cómo se acerca el macho? Sencillo, cuando la yegua en celo orina libera feromonas, las cuales quedan en el aire y hacen que el macho se acerque.

Resulta jocoso ver al macho oliendo el aire, literalmente levanta el labio superior y olfatea.

Cuando la yegua se encuentra en celo, atrae a los machos por el olor que emana, sin embargo, este debe ganarse su confianza y respeto para que esta no lo rechace.

El macho se hace el guapo e interesante

Aún, en el mundo animal es necesario el cortejo antes de que la hembra decida si le permite o no estar íntimamente con ella.

En el caso de los caballos, el macho se prepara para llegar donde la yegua en celo.

Una vez que ha olfateado las feromonas, éste se acerca con una pose altiva, arqueando el cuello. Este movimiento lo hace para parecer elegante y atractivo, a fin de que la yegua lo encuentre interesante.

No tiene nada que ver con la altivez en cuanto a la conducta.

En esta parte es que el cupido ecuestre hace su trabajo y permite que la yegua note la presencia del macho.

Los músculos del cuello y los hombros son las cosas que el macho tiende a destacar en ese primer acercamiento a fin de impresionarla.

Relinches enérgicos

A medida que el macho hace presencia en el lugar de la yegua comienza relinchar, al principio suave, pero después lo hace de forma grave, prolongada y enérgica.

Lo siguiente en el cortejo del macho hacia la hembra es la danza. La cual inicia con una serie de vueltas alrededor de la yegua y a medida que da vueltas hace sonar los cascos.

El caballo los hace sonar contra el suelo levantándolos mientras da vueltas en círculos.

Sin embargo, a veces, esto a veces, no es suficiente para la hembra, ya que en algunas ocasiones lo provoca bastante y en el momento cumbre, lo rechaza.

Ahora bien, cuando esto sucede el macho tiene dos opciones, una seguir intentando, y la otra es marcharse porque la yegua comienza a dar coces con las patas traseras.

Antes del momento cumbre

Una vez que el caballo tiene la aprobación de la yegua para estar juntos. El macho comienza a acariciar a la hembra.

Le acaricia el cuello con el hocico y le  mordisquea la crin, a medida que se frota contra el cuerpo de ella.

Lentamente, se aleja para luego comenzar a olerla, especialmente en su parte trasera.

Posteriormente el mordisqueo sigue en la parte trasera de la yegua y en la cola.

Todo esto como antesala al momento cumbre.

A medida que esto sucede el macho se excita y espera a que la yegua levante la cola y le de paso al momento de apareamiento como tal.

De hecho, cuando la yegua aparta la cola para que el macho haga su trabajo, es una señal de que ella está lista, totalmente sumisa para que tenga lugar el acto sexual.

De esa manera el macho sabe que la yegua está de acuerdo con él y que todo rechazo fue descartado.

Un coito breve

Una vez que el macho está sobre la yegua el coito es breve, dura pocos minutos, ya que entre seis o siete movimientos tiene lugar la eyaculación.

Sin embargo, en ese tiempo está comprobado que la yegua puede experimentar un orgasmo.

Por lo que, ese tiempo aunque breve, resulta adecuado para ambos ejemplares.

Casos especiales de cortejo

Hay momentos en los que la yegua es la que toma la delantera en el cortejo.

Esto ocurre cuando el macho no tiene muchas ganas.

Ella comienza a olerlo, lamerlo en su parte íntima y de esa manera despierta el apetito sexual en el macho.

Una vez que esto ocurre el macho se anima y entonces le sigue el juego. Empieza a cortejarla.

Lo interesante se presenta es que a medida que ambos se estimulan parecen estar más conectados al momento de la relación íntima.

Instinto de supervivencia

El instinto de supervivencia de los caballos hace que estén acostumbrados a salir corriendo cuando presienten que algo va a pasar.

Lo mismo ocurre si se asustan o se sienten amenazados. Ahí cobra sentido el hecho de que el apareamiento sea tan corto.

Ya que si se les presenta una situación tienen que salir huyendo.

Como podemos ver hasta los animales tienen un tiempo para cortejarse el uno al otro. Conocerse, olerse y estar de acuerdo en que ambos quieren estar juntos.

Una vez que lo hacen, cada uno vuelve a su rutina y es probable que la yegua quede en embarazo.

De ser así, la gestación del potro tomará unos 11 meses y posteriormente, comenzará la etapa de lactancia.

Lo siguiente es ver crecer al potro hasta que sea destetado y vendido, de lo contrario, permanecerá junto a la yegua, si es la voluntad de los dueños del caballo.

De todos modos, recordemos que en el caso de los caballos en libertad ellos eligen a su pareja, mientras que los domesticados están sujetos al cupido ecuestre (el hombre), quien es el que la elige de acuerdo a la estirpe que quiere.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes consultadas:

www.gustavomirabal.es/

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