El caballo islandés, pequeño, robusto y apetecido
Este equino originario de Islandia deriva de las monturas llevadas por los primeros pobladores de la isla.
Estamos hablando del siglo X.
Tras prohibir la importación de caballos en la isla, esta raza evoluciona de forma autónoma.
Este componente hace que sea una de las más apreciadas y costosas del mercado.
El caballo islandés
Esta raza proviene del cruce entre los diversos tipos de póneys que existían en las islas Shetland.
También se cree hubo cruces entre poneys del norte de Escocia, Irlanda, la isla de Man y los caballos nórdicos.
Ese origen variopinto contrasta con la homogeneidad que tiene el caballo islandés tras la prohibición de importación.
Al parecer ésta se debe a los problemas que produjo la instrucción y el cruce entre los caballos que había en Islandia y caballos de otras zonas de Europa.
Para preservar la cabaña equina el Althing (el Parlamento islandés) toma esa decisión en 982.
El caballo servía para la guerra, pero sobre todo para la agricultura, el transporte y la alimentación, se trataba pues de un recurso preciado.
Historia
Desde el siglo X, los caballos más débiles y menos robustos morían o eran sacrificados ante la imposibilidad de sobrevivir. Con todo, hasta 1300 el clima es bastante benigno lo que permite el crecimiento de la cabaña.
Entre 1300 y 1900 el clima en Europa del norte se hace más duro, lo que hace que el caballo islandés se adapte al clima semipolar.
Características
El caballo islandés pesa en 300 y 400 kilos y mide entre 1,25 y un metro y medio.
Su tamaño es pues, más parecido al de un poney, pero en Islandia siempre se les han llamado caballos.
Por una parte el idioma carece del equivalente de poney, por otra se trata de animales resistentes, fuertes y fogosos.
En lo que se refiere al color, se trata de una raza multicolor, dentro del pedigrí todas las tonalidades están aceptadas.
Carácter
Este caballo es independiente, se orienta fácilmente, pero al mismo tiempo es un animal dócil y amable.
Por lo que resulta fácil encariñarse con él sin problema.
En este sentido, lo que hace apetecible a este equino es lo puro de su raza.
Esto es producto de la ausencia de depredadores en esa región.
Por tal motivo el caballo islandés un producto de exportación y uno de los atractivos turísticos de la isla.
Además es un caballo rústico, duro y sobrio. Se contenta con poca comida y no necesita cuidados ni delicadezas, aunque aprecie el cariño.
Y por encima de todo se ha mostrado muy resistente a las enfermedades e incluso a los problemas derivados de la consanguinidad.
La esperanza de vida de este equino se sitúa entre los 35 y 40 años, una de las más altas para un caballo, e incluso, algunos especimenes llegan a los 55 años.
Un caballo apetecido
Escandinavia, Alemania y los Estados Unidos son mercados que reciben decenas de caballos islandeses todos los años.
Su tamaño, docilidad y bravura, así como la belleza que los jinetes y amazonas otorgan a este animal ha aumentado su valor estético y económico.
La resistencia a las enfermedades y su carácter sobrio han ayudado a que hoy haya 100 mil caballos islandeses fuera de Islandia, 50 mil en Alemania.
En Islandia la caballa se sitúa en torno a los 80 mil animales.
Fuentes consultadas:
Para más información consulta:
https://www.flickr.com/people/161015276@N06/
https://www.wattpad.com/497522292-g-c-farm-gustavo-mirabal-castro-en-venezuela-g-c
https://ve.linkedin.com/pub/dir/Gustavo/Mirabal/ve-0-Venezuela