El rejoneo y los caballos Parte III
Como ya hemos mencionado anteriormente en las entregas del rejoneo. Seguimos avanzando en relación a la función que realizan los picadores en este evento. En el primer tercio de una corrida de toros, el Tercio de Varas, aparecen los picadores, cuya labor es clavar al toro las puyas para destrozarle los músculos del cuello y que pierda sangre. Habitualmente salen tres caballos por corrida, más uno en la puerta de cuadrillas de reserva.
Los caballos de los picadores
Si bien los caballos de rejoneo son elegidos cuidadosamente y son caballos que, por su belleza y doma cuestan mucho dinero, y son apreciados, a su extraña manera, por sus dueños, los caballos de los picadores serían la “carne de cañón”. En este caso no se requieren características especiales ni entrenamientos, sino sólo animales grandes (entre 500 y 650 kilos de peso, art. 60 reglamentación vigente) que aguanten los embestiste y que sean fácilmente reemplazables.
Historia de los caballos de los picadores
“Durante los años veinte se produce un espectáculo en las plazas de toros que realmente tenía unos resultados catastróficos en cuanto al tercio de varas. Eran múltiples las muertes de caballos producidos por las cornadas de los toros, los caballos no iban recubiertos con ningún tipo de protección, por lo que había que disponer de una importante cuadra de caballos. Alrededor de unos 120 caballos por temporada. En el año 1930 se produce la aparición del peto para cubrir parte de la fisonomía del caballo. Durante los años 50-60 se obliga a que los caballos tengan un peso de 500-650 Kg. Durante los años 60-80 se empieza a buscar un caballo de más peso, consiguiendo así que no fuera tan accidentada la suerte de varas, porque hasta la fecha eran muy habituales los derribos trayendo como consecuencia las lesiones de caballo y picador.
El sufrimiento de los caballos de los picadores se debe a varias causas:
Primero, por el estrés básico causado por todo animal que es transportado y al que se le obliga a estar en lugares abiertos desconocidos rodeados de cientos o miles de personas.
Segundo, por el estrés aún mayor que le causa a un caballo no poder huir ante un peligro (su única e instintiva forma de defenderse y para la que está física y psicológicamente prepaprado) sino quedarse quieto esperando una embestida y aguantarla.
Tercero, por llevar los ojos tapados, lo que le impide saber cuando va a ser embestido, por qué lado. Dónde está la barrera. Esto le impide huir, incrementando su miedo por no saber dónde está ni qué pasa. Además facilita la pérdida de equilibrio.
Cuarto, por el peso del picador (con su traje y protecciones), de la montura y del peto. Siendo un peso que a veces tiene que soportar en situaciones inestables.
Otras Causas
Quinto, por los embistes del toro. El peto es una lona, no una armadura, por lo que toda la fuerza del toro. Este carga directamente sobre sus costillas y su vientre. Esto provoca rotura de costillas y lesiones internas en diferentes órganos.
Si bien se han dado casos de caballos de picadores que han sido ‘tratados’ de antemano poniendo algodón o periódicos mojados en sus oídos. En el peor de los casos cortando sus cuerdas vocales. No podemos confirmar si esta práctica se sigue realizando y, en cualquier caso, el sufrimiento visible es más que suficiente. Sí parece más habitual el uso de drogas tranquilizantes.
Fuentes consultadas:
http://www.acabemosconlatauromaquia.com/los-caballos-en-la-tauromaquia/
https://www.flickr.com/people/161015276@N06/
https://www.wattpad.com/497522292-g-c-farm-gustavo-mirabal-castro-en-venezuela-g-c
https://ve.linkedin.com/pub/dir/Gustavo/Mirabal/ve-0-Venezuela
https://www.equnews.com/miscellaneous/gustavo-mirabal-en-gc-farm-go-separate-ways/
Para más información consulta:
https://www.gustavomirabal.es/caballos/los-caballos-y-el-rejoneo-parte-ii/
https://www.gustavomirabal.es/uncategorized/la-prensa-hizo-el-trabajo-sucio/
https://www.gustavomirabal.es/gustavo-mirabal/gustavo-mirabal-castro-un-venezolano-digno-de-admirar/