Seguridad financiera
Saber emplear adecuadamente el dinero y cubrir las necesidades elementales es sentir paz y tranquilidad.
Se busca vivir sin preocupaciones porque el dinero alcanza, es decir los ingresos son suficientes para afrontar los gastos y no tener deudas e incluso puede darse ciertos lujos o tener ahorros.
La gran pregunta que todos debemos hacernos es ¿Cuánto son nuestros ingresos? y ¿Cuántos son los egresos?
Esto no implica tener millones en una cuenta bancaria o venir de una familia con una gran herencia, se trata de saber administrar nuestros recursos.
De esta manera, la seguridad financiera se trata de controlar el dinero.
Siempre las deudas vulneran la paz y tranquilidad de las personas, pero hay hábitos que se pueden llevar a cabo.
Conforme a lo anterior, no todos aprecian la seguridad financiera de la misma manera, hay varios elementos que influyen:
Hay que tener mucho cuidado con las deudas, sobre todo porque algunas son necesarias.
Las cuales tienen que ver con la adquisición de un apartamento, casa, la escuela, universidad, entre otras.
Sin embargo, hay que ser cuidadosos con otras deudas que no son prioridad, por ejemplo: ropa, carteras, equipos tecnológicos, viajes costosos, entre otros.
Igualmente, hay que tener cuidado con el uso de las tarjetas de crédito, puesto que si no se saben usar y más si se pagan tasas de interés que pueden ser muy elevadas.
Trayendo como resultado endeudamientos los cuales pueden desequilibrar las finanzas familiares o empresariales.
Pensar y priorizar en la seguridad financiera
Crear hábitos que contribuya a fomentar la seguridad financiera implica planificar todo lo concerniente al uso del dinero.
El tener deudas y demás compromisos económicos bien sean a corto, mediano o largo plazo es realmente agotador y hasta angustiante.
Quizás empezar a ahorrar implica crear virtudes como: la constancia, crear confianza, disciplina, esfuerzo, compromiso y sobre todo orden.
Una vez cuando se han pagado las deudas, se han cubierto las necesidades y se puede ahorrar con tranquilidad y se puede hablar con seguridad financiera.
Aunque hay que considerar que en estos términos también se puede hablar de seguridad financiera.
Esta última trata de contar con un plan de seguridad donde se tenga la certeza de hacer los pagos a tiempo, se logre tener ahorros y se tenga claridad a través de un presupuesto.
Ahora bien, la tarea más interesante de la seguridad financiera es tener solvencia económica, así como libertad.
Indudablemente tener esta paz, es muy ventajoso, en la medida que se evita episodios de estrés cuando llegan las facturas, así se tiene mayor control y se reduce la ansiedad.
Nada como la paz mental, porque los ingresos alcanzan, se ahorra, se tiene un fondo para emergencias, se puede viajar y dar uno que otro gustico.
La mayor invitación es crear hábitos con una educación financiera que propicie consciencia sobre la manera como organizamos nuestras cuentas.
Conozcamos nuestros ingresos y planifiquemos las compras.
¿Qué se recomienda hacer para lograr la seguridad financiera?
Crear hábitos para lograr la seguridad financiera es todo un arte.
Por lo cual implica crear consciencia sobre aquellas prácticas habituales es una gran oportunidad para aprender.
En razón a ello, lo primero que se debe saber con precisión es sobre los activos y pasivos que poseen, más aún sobre su estado actual.
Posteriormente, hay que hacer un balance sobre los ingresos que se tienen y gastos.
Ahora bien, siempre es saludable tener registros de todos estos movimientos familiares para poder analizar con detenimiento y hacer ajustes en la forma de hacer nuestros gastos.
Lo más importante, es el presupuesto siempre debe priorizar las necesidades fundamentales, tales como:
Alimentos, vivienda, servicios públicos, vestuario, transporte, servicios de salud, entre otros.
Al trabajar con un presupuesto se puede precisar los gastos y se cubren al tiempo.
A partir de allí cada persona podrá tomar decisiones si desea ahorrar dinero, hacer una adquisición mayor, entre otras.
Cabe destacar, que es recomendable pagar las deudas, pensar en objetivos claros, determinar los tiempos para ello, entre otros.
Trabajar con presupuestos implica hacernos conscientes sobre aquellas compras que a veces hacemos que realmente no son importantes lo cual limita nuestra posibilidad de ahorrar.
Las verdaderas prioridades
Sentir seguridad financiera implica ahorrar para tener un fondo de emergencia, todo con el firme propósito de que cuando surja algún evento se tenga el dinero para resolver.
Recordemos que hay situaciones que no están planificadas, pero en algún momento pueden surgir de la nada.
Quizás el mayor temor de las personas en cuando viene situaciones críticas como: accidentes, fallecimientos, enfermedades, pérdidas de empleo.
Ante este hecho, tener un fondo de emergencia siempre concede paz y tranquilidad a quienes lo disponen, puesto que es un verdadero alivio contar con él.
Orientaciones puntuales…
La planificación en materia financiera en estos tiempos es clave, por cuanto las decisiones empiezan allí.
Es por ello, que la planificación es un primer mapa que determina la ruta a seguir para gozar tanto de una buena salud como seguridad en materia de finanzas.
A veces no parece fácil, hay que construir hábitos, se deben desarrollar habilidades y tener conocimientos para lograrlo.
Para los expertos Diana Repiso, Lidia del Pozo y Miguel Rodríguez Canfranc del BBVA a través de podcast EDUFIN hacen algunas recomendaciones:
En primer término, planificar las finanzas implica saber organizar la información, hay que aplicar metodología y ser persistente en esta tarea.
La tarea principal es construir un presupuesto que permita gestionar y controlar todos los gastos e ingresos personales.
Más allá de las nociones detrás del presupuesto, es una herramienta que permite considerar mejor las decisiones que se tomen en función a objetivos que se deseen alcanzar en un tiempo específico.
En otras palabras, en una herramienta de control sobre las finanzas personales.
¿Cómo elaborar por primera vez un presupuesto?
Para elaborar por primera vez un presupuesto, estos expertos recomiendan lo siguiente:
Pensemos en el pasado y sobre todo en los hábitos que hemos tenido y qué es lo que se quiere lograr a corto, mediano y largo plazo.
Seguidamente, se pueden hacer estimaciones del futuro para empezar a priorizar y hacer los ajustes necesarios sobre lo que gastamos.
En definitiva, lo que se busca es cambiar de actitudes para crear hábitos mucho más conscientes que nos ayude a ahorrar, invertir, hacer adquisiciones y por ende lograr nuestras metas.
Por otra parte, siempre hay que trabajar sobre la base de ingresos fijos, no es recomendable contar con aquellos que no son permanentes.
Así mismo, siempre es recomendable organizar los gastos bien sea en alguna hoja de cálculo, cuaderno, entre otro.
Siempre hay que revisar los gastos y sus estimaciones y se incluyen al presupuesto.
Por otra parte, para evitar problemas económicos deberían los ingresos siempre superar los gastos.
Algunos recomiendan que los ahorros sean también tomados en cuenta en el presupuesto.
Y si el gasto es mayor que el ingreso…
Cuando ocurren este tipo de situaciones debe repasarse todos los gastos, sobre todo mes a mes para ir haciendo los ajustes y tomando las decisiones necesarias.
Cuando hay esta revisión generalmente se acude a los ahorros para poder honrar esas deudas.
Aunque lo más viable es hacer seguimiento a estas deudas mes a mes para hacer los ajustes a tiempos.
Ahora bien, lo difícil no es gastar el dinero en las deudas, el seguimiento debe permanecer para analizar cada una de nuestras decisiones y la evolución de las mismas.
Gustavo Mirabal como experto en materia de finanzas sabe la importancia de la seguridad financiera
Finalmente, la cultura y educación financiera es una tarea que implica constancia, persistencia, disciplina y motivación permanente.