Carolina y Gustavo una historia de amor entre caballos
Lo que más le preocupaba a Carolina Chapellín
Tras mudarse de Madrid, España, a los Emiratos Árabes, a Carolina le preocupaba la adaptación de sus hijos. Ya que de por sí mudarse es complicado.
Ante esto, contó en una entrevista que una de las cosas que más le quitaba el sueño antes de mudarse a Dubái era la forma en como reaccionarían sus hijos.
La desvelaba el no saber si se adaptarían y de qué forma ella podría motivarlos.
Sin embargo, no hubo necesidad porque para su tranquilidad, sus 4 hijos se adaptaron bien.
“Uno de los roles más difíciles que tenido que desempeñar es el de ser madre. Para ese nadie te prepara, no hay un manual ni se va a la universidad”, expresó la modelo que además es filántropa.
Lo que más desea Carolina Chapellín ¿Quién es?
Gustavo y su determinación
Los dos aman el mundo ecuestre, su pasión: el salto. Tanto Gustavo como Carolina disfrutan pasar tiempo libre cabalgando o saltando.
En este sentido, han hecho muchas cosas juntos. Una de ellas los llevó al reconocimiento y palestra pública.
Se trata de un proyecto en el que sus nombres y el de Venezuela salió a flote y quedó en alto.
Dicha iniciativa tuvo por título: G&C Farm. Una granja que hasta el sol de hoy es recordada por la excelencia.
En el lugar donde se creó, ubicado en Wellington, Florida, se alzó la bandera de Venezuela y junto con el pabellón patrio el nombre de esta familia que ama la equitación.
Allí, en esa granja que ganó una competencia de exhibición, trabajaron arduamente por algunos años.
Tener un lugar como ese para entrenar caballos y elevar el rendimiento de otros jinetes, era el sueño de Gustavo cuando era niño.
Cuando su papá Gustavo Mirabal Bustillos, quien era presidente del Instituto Nacional de Hipódromos, lo llevaba a ver carreras.
Esa pasión ecuestre está en la sangre de ambos, tanto en Gustavo como en su esposa Carolina.
Y ahora ha pasado a esa nueva generación que ya ha dado sus primeros saltos, pero no se sabe si se dedicarán al mismo deporte que sus padres.
Empero, lo más importante para esta pareja de empresarios y jinetes, retirados en este momento, es que sus hijos aprendan el respeto a los animales, a trabajar con pasión y esmero.
Ellos tuvieron al abrebocas allí en la granja, puesto que Gustavo llevó adelante ese proyecto y vivía con su familia en las instalaciones de la misma.
De toda esa experiencia Carolina Chapellín ¿Quién es? rescata la determinación de su esposo al momento de materializar dicho sueño.
Los latinos y sus sueños tipo Disney
La discriminación por ser latinoamericano existe en todas partes, por esto, es que a pesar de los comentarios que les hicieron a Carolina y a Gustavo cuando dijeron que querían abrir una granja, no les extrañaron.
En la hípica hay personas que tienen muchos años, llevan generaciones enteras dedicadas al mundo ecuestre y por eso, cuando un “novato” quiere adentrarse hay quienes suelen desanimarlo.
En este sentido, hubo personas que llamaron “loco” a Gustavo Mirabal “el suramericano loco”, sin embargo, él no se rindió, siguió adelante.
Esa es la determinación de la que tanto habla y hace alarde su esposa Carolina Mirabal.
“Nuestros establos significan algo muy especial para la familia ya que cuando lo fundamos mucha gente dudó de nuestro éxito, ciertamente no conocen la determinación tan grande de Gustavo”, dijo Carolina Chapellín.
A propósito de Disney, a la granja de los Mirabal Chapellín la llamaron el “Disney World de los sueños y pasiones ecuestres”.
Haciendo alusión a lo bonito, elegante y sofisticado de sus instalaciones, donde los caballos entrenados resaltaron en todas las competencias hasta conseguir incluso un título de Campeón de Europa.